“No es lo que has dicho sino cómo lo has dicho” ¿Cuántas veces has escuchado esta frase? ¿Cuántas veces te has podido sentir dolido por cómo te han transmitido un mensaje? ¿Y cuántas veces has querido decir algo y finalmente no has sido capaz de transmitirlo?
La comunicación juega un papel imprescindible en nuestras relaciones interpersonales y cuando lo hacemos de forma efectiva creamos relaciones más estables y saludables. Hay muchas personas que hablan, pero muy pocas que comunican, hay personas que sin hablar comunican y otras que hablando no comunican nada. Para conseguir que tu mensaje llegue transmitiendo lo que deseas y respetando a todas las personas tenemos que comunicarnos con asertividad.
¿Qué es la asertividad?
Los orígenes de la palabra “asertividad” se encuentran en el latín asserere o assertum, que significa “afirmar” o “defender” (Robredo, 1995). Con base en esta concepción, el término adquiere un significado de afirmación de la propia personalidad, confianza en sí mismo, autoestima, aplomo y comunicación segura y eficiente (Rodríguez y Serralde, 1991).
El concepto de asertividad ha sido definido por una gran cantidad de autores y desde distintos puntos de vista de la psicología. Tratando de englobar las distintas definiciones, la asertividad es una habilidad social que tiene una persona para expresar de forma clara, directa y honesta sus deseos, opiniones y sentimientos acerca de algo,haciendo valer los propios derechos y respetando los derechos de los demás.
Para ser asertivos necesitamos aceptarnos y valorarnos para poder permanecer firmes en nuestras propias opiniones y respetar a los demás. Una persona asertiva se siente libre para manifestar lo que siente, piensa y quiere; se comunica con claridad y de forma directa en el momento adecuado; puede comunicarse con personas de todos los niveles; comprende y respeta otras opiniones; acepta sus limitaciones y evita la expresión agresiva.
La asertividad en el trabajo
Hoy en día, la asertividad se considera una competencia imprescindible en el ámbito laboral. Las organizaciones están formadas por un conjunto de personas que se interrelacionan para coordinar acciones y metas conjuntas y una buena comunicación es necesaria para crear relaciones saludables dentro de los equipos.
Se entiende que la asertividad es fundamental para el mantenimiento de los niveles comunicacionales óptimos dentro de cualquier forma de organización social ya que permite a los individuos expresar de forma más directa y clara lo que piensan u opinan, e incrementa las posibilidades de conseguir lo que se desea. La asertividad se puede considerar como una alternativa ideal a situaciones de agresividad o de pasividad (inhibición), logrando una comunicación efectiva pero también una mayor empatía en las relaciones entre iguales.
La habilidad para comunicarnos de manera efectiva y asertiva genera grandes ventajas a nivel organizacional:
- Relaciones interpersonales más estables y saludables
- Mayor cooperación dentro del equipo
- Generar confianza
- Mejores negociaciones gracias a la escucha, la empatía y el entendimiento de las necesidades e intereses de ambas partes
- Un liderazgo más efectivo
- Un mejor clima organizacional
- Reducir el estrés laboral
¿Por qué nos cuesta ser asertivos?
Lo primero de todo, es que tenemos que ser conscientes de que la capacidad de ser asertivos está muy relacionada con otras variables psicológicas como por ejemplo la autoestima, entendida como el respeto y cariño por uno mismo.
Las personas que poseen una alta autoestima, apreciándose y valorándose a sí mismos, podrán relacionarse con los demás en el mismo plano, entendiendo que hay personas que destacan más en alguna habilidad y eso no les hace sentirse inferiores ni superiores. Tanto las personas más inhibidas como las más agresivas pueden carecer de una buena autoestima.
Otros factores por los que las personas no son asertivas son: estilos educativos, miedo a la soledad o la falta de regulación emocional.
Una de las consecuencias de las personas más inhibidas es la dificultad para decir que no. A menudo, muchas personas se sienten incómodas diciendo que no. En ocasiones, se trata de personas que han crecido en un entorno donde la prioridad era las necesidades de otras personas y no las propias, donde te enseñan a estar en un segundo plano y donde es muy importante lo que piensen los demás, por encima del propio bienestar. Esta dificultad puede llevar a perder oportunidades importantes, a tener emociones de rabia, ira o tristeza, a sentir una sensación de descontrol, a incrementar la dificultad para tomar decisiones…
Por otro lado, las personas más agresivas también tienen una serie de dificultades como conflictos en las relaciones sociales, sensación continua de tensión y frustración, aislamiento y soledad, sentimientos de ira, enfado, tristeza, culpa…
¿Cómo puedo aprender a ser una persona más asertiva?
Para mejorar nuestra asertividad debemos tener en cuenta los factores psicológicos que hemos comentado previamente como trabajar nuestra autoestima, la regulación emocional o el miedo a la soledad. No obstante, a continuación, indicamos algunos tips que nos pueden ayudar a mejorar nuestra comunicación en nuestro día a día:
- Identificar y aceptar tanto los propios derechos como los derechos de los demás
- Identificar y reducir las ideas irracionales como: “le tengo que caer bien a todo el mundo”, “tengo que estar siempre disponible para los demás”, “si digo que no se va a enfadar conmigo”, “yo siempre llevo la razón”, “no me puedo equivocar” …
- Regular el lenguaje no verbal: tono de voz, lenguaje corporal…
- Ser educado y guardar la calma
- Planificar lo que queremos transmitir y hacerlo siempre desde el yo
- Centrarse en lo positivo y lo concreto, evitando generalizaciones
- Evitar las amenazas y el ataque
- No tratar de convencer ni entrar en discusión
- Buscar la manera de decir “no” sin decir “no”
- Pedir la opinión del otro
- Dar las gracias por la escucha y no disculparnos por ser asertivos
Además, existen algunas técnicas para poner en práctica la asertividad. A continuación, te presentamos tres buenas estrategias para ser asertivos:
Técnica del disco rayado. Se trata de mantener tu postura repitiendo la misma frase ante peticiones o demandas no deseadas, pero sin agresividad verbal y manteniendo un tono calmado. Por ejemplo, pongamos por caso que estás negociando las vacaciones con un compañero y te pregunta: “¿te importaría cambiarme la semana de octubre que me quiero ir de puente? Y tú respondes: “lo siento, pero ya tengo todo planificado para esos días”. Sin embargo, tu compañero persiste e insiste en que hagas una llamada para cambiarlo y así le concedas el favor. En este caso, puedes aplicar la técnica del disco rayado y, sin alzar la voz, puedes repetirle: “de verdad que lo siento, pero ya lo tengo todo planeado”.
Técnica del banco de niebla. Esta técnica consiste en frenar y disipar la tensión de la conversación, al mismo tiempo que se da parte de la razón a la otra parte, pero sin perder tu postura. Se trata de una buena manera de afrontar las críticas o de evitar el conflicto directo. Frases como: “es cierto lo que comentas aquí”, “en este punto tienes razón” o “estoy de acuerdo contigo en que…” te ayudarán a llegar a un punto intermedio antes de exponer tu argumento.
Técnica de la pregunta asertiva. Este método consiste en asumir que la crítica que nos hacen es positiva. De esta manera, se formula una pregunta con el fin de obtener más información sobre cómo se puede mejorar. Es una técnica que permite dar la vuelta a la situación, sin cuestionar al otro, y ponerse en el mismo lado para encontrar una solución común. Por ejemplo, imagina que tu superior te dice que “este informe está mal hecho”. Si quieres poner en práctica la técnica de la pregunta asertiva, le puedes contestar: “¿cómo crees que habría que enfocarlo para que el resultado sea mejor?”
Desde Mentevita podemos ayudarte a poner en práctica toda tu capacidad asertiva para mejora tu comunicación y hacerla más eficaz, productiva y satisfactoria.
Si sientes que necesitas ayuda o que quieres potenciar tu asertividad, no dudes en contactar con nosotros. Estaremos encantados de estudiar tu caso de forma personalizada para brindarte las herramientas y ayudarte a desarrollar las habilidades necesarias para mejorar tu bienestar psicológico y emocional.
Gabriel García Márquez dijo una vez “lo más importante que aprendí a hacer después de los cuarenta años fue a decir no cuando es no”