Alguna vez has pospuesto una tarea aun sabiendo que era importante realizarla cuanto antes y te ha generado malestar?
En algún momento de nuestras vidas, todos hemos optado por elegir una tarea que nos resulta más sencilla o placentera posponiendo algo importante. Y, el problema es que el día de mañana llega y la tarea sigue sin resolverse y eso tiene consecuencias.
Cuando procrastinamos, no solo somos conscientes de que estamos evitando la tarea en cuestión, sino también de que hacerlo es probablemente una mala idea. Y, aun así, lo hacemos de todas maneras, provocando una sensación de malestar, ansiedad y culpa.
Desde Mentevita hemos preparado este post para explicarte qué significa procrastinar, cuáles son las causas que provocan este comportamiento y cuáles son sus consecuencias psicológicas.
¿Qué es la procrastinación?
El hábito de posponer o dejar para otro momento tareas importantes que son necesarias de realizar y sustituirlas por otras más entretenidas, pero menos relevantes, se denomina procrastinación. En definitiva, procrastinar es dejar para mañana lo que se debería haber resuelto hoy.
Procrastinamos con tareas cotidianas, necesidades (como pedir cita al médico, resolver asuntos en el banco, llevar el coche al taller…) e incluso responsabilidades (cumplir plazos de proyectos de trabajo, en los estudios, en asuntos familiares…).
La tarea que posponemos es percibida por nosotros como abrumadora, incómoda, difícil, inquietante, estresante… y tenemos miedo a hacerlo mal, al fracaso, a no poder con tanto, a las posibles consecuencias negativas…
Le damos muchas vueltas a la tarea que hemos pospuesto y nos ponemos excusas para no realizarla en el momento. Pensamos que posiblemente la haremos mejor mañana, que llevándola al límite del tiempo nos veremos obligados a hacerla, que bajo presión rendiremos más, que en realidad no era tan importante…
Nos cuesta desarrollarla porque somos incapaces o nos cuesta mucho afrontar lo que nos hace sentir mal y nos da miedo ponernos con ello. Esto significa que tal vez tengamos cuestiones que resolver sobre cómo afrontamos o, mejor dicho, cómo no afrontamos las cosas. Es importante pararse a pensar en qué podemos hacer para cambiar esto, pues nuestra productividad y desarrollo personal se verán afectados con el paso del tiempo.
¿Por qué procrastinamos?
La procrastinación no tiene que ver con que seamos más o menos “vagos” sino con la gestión que hacemos de las emociones y con distintas cuestiones psicológicascomo la ansiedad, el estrés, la depresión, el perfeccionismo, la apatía, la desmotivación, una baja autoestima, la falta de confianza, el miedo al fracaso o la incapacidad para dominar momentos de tensión. En ocasiones, se asocia también a la dificultad en el manejo del tiempo y la planificación de las tareas.
También pueden existir muchas otras causas individuales con orígenes específicos. Por ello, es importante que, si te sientes identificado con alguna de estas causas, acudas a un profesional de la psicología para que evalúe tu caso de forma personalizada con el objetivo de planificar una terapia adecuada a tus necesidades.
¿Qué consecuencias psicológicas tiene?
No cabe duda de que, ante la postergación, nos sentimos mal y ansiosos porque no hemos concluido o resuelto tareas prioritarias e importantes en el momento y esto puede provocarnos consecuencias desagradables.
La procrastinación afecta a nuestro estado de ánimo y a nuestras emociones. Comienzas a sentirte mal contigo mismo, te sientes culpable por no estar haciendo lo que deberías y se instaura un sentimiento de fracaso que poco a poco va disminuyendo la confianza en uno mismo y se incrementa la baja autoestima, generándonos la sensación de que no seremos capaces o no valemos para el desarrollo de dicha actividad.
Nuestro rendimiento laboral o académico comienza a disminuir y los sentimientos negativos van en aumento según pasa el tiempo. Por eso es muy importante que seamos conscientes de que procrastinar es un enemigo no solo de la productividad, sino del propio desarrollo y bienestar personal.
¿Cómo puedo solucionarlo?
Todas y cada una de las causas que te hemos mencionado, pueden ser trabajadas para dejar de evitar o retrasar todas esas tareas tan importantes para ti, tan sólo es necesario darse cuenta del problema y querer buscarle una solución.
Procrastinar no es una característica irreversible, es un hábito que hemos adquirido por no tener suficientes herramientas para gestionar ciertas emociones o situaciones y que puede tener consecuencias muy negativas para nuestra salud mental.
Desde Mentevita podemos ayudarte a poner en práctica diferentes pautas que te iremos marcando para ayudarte a modificar dicha conducta y gestionar tu tiempo de una manera más eficaz, productiva y satisfactoria.
Si sientes que necesitas ayuda o que quieres sentirte mejor, no dudes en contactar con nosotros. Estaremos encantados de estudiar tu caso de forma personalizada para brindarte las herramientas y ayudarte a desarrollar las habilidades necesarias para mejorar tu bienestar psicológico y emocional.