La pandemia del coronavirus nos ha afectado en todos los ámbitos de nuestra vida diaria, incluso en el laboral. Los cambios producidos en las condiciones de trabajo y la jornada laboral además de la inseguridad contractual están generando situaciones de ansiedad y estrés que afectan directamente a la salud mental de los trabajadores.
De acuerdo con una encuesta realizada por la Asociación Americana de Psicología (APA), el 29% de los psicólogos afirma haber experimentado un aumento en la demanda de terapias debido a la ansiedad provocada por la pandemia.
Malos hábitos como consecuencia de teletrabajar
La gran mayoría de las empresas que se vieron obligadas a implantar el teletrabajo por la pandemia, dudaban que pudiera funcionar. En la actualidad muchas empresas siguen pensando que, si sus trabajadores no tienen una supervisión constante, no están trabajando y se escaquean de sus labores.
Son varios los estudios que revelan que el trabajo en remoto ayuda a mejorar la calidad de vida de los trabajadores. Por ejemplo, tienen más facilidades para conciliar vida familiar y profesional, pueden comer más saludable desde casa y ahorrar tiempo evitando desplazamientos. No obstante, aunque en los primeros meses se incrementó la productividad, después comenzó a presentarse el síndrome de burn out.
La vida personal y laboral suelen ir de la mano y tienden a solaparse, y en este contexto de pandemia y teletrabajo aún más. Por lo que no es de extrañar que aparezcan algunas alteraciones en nuestros hábitos y costumbres como un abuso de las pantallas, pérdida de rutinas, malos ciclos de sueño, sedentarismo, entre otras consecuencias.
Por ello, resulta muy importante que las empresas realicen un esfuerzo para incentivar buenos hábitos para trabajar en remoto. Que en la primera reunión del día se tenga que poner la cámara, que se bloqueen las horas de comida y determinar una hora límite para trabajar ayudará a mejorar la calidad de vida de los empleados.
Escenario laboral incierto
Un escenario laboral incierto es aquel en el cual al trabajador le cuesta mucho definir cómo van a ocurrir los acontecimientos y además no pueda controlar el resultado de los mismos. La pandemia ha generado gran incertidumbre en la vida en general y en el ámbito laboral en particular.
Ante un escenario así, no es de extrañar que un trabajador pueda presentar altos niveles de estrés y episodios de pánico. Estos episodios se generan por no saber cómo evolucionará la situación, si habrá más cierres, cómo quedarán distribuidas las tareas, si habrá una modalidad de trabajo híbrida… Todo son incertidumbres.
Una de las mayores amenazas generadas por la pandemia es la posibilidad de que muchos empleados puedan perder su trabajo. Para contrarrestar esta angustia puede resultar útil enfocarse en los recursos propios para afrontar la situación y para planificar una posible pérdida pensando en el impacto que puede generar en nuestras vidas y en los recursos que tenemos para enfrentarnos a ello.
Existen dos tipos de estrés: uno positivo y otro negativo. Como ya hemos hablado en otro post (https://mentevita.com/ansiedad-en-el-trabajo-causas-sintomas-y-tratamiento/), un determinado nivel de estrés resulta positivo cuando nos permite estar alerta ante una situación laboral excepcional, como una presentación o una reunión importante. Sin embargo, ese estrés se puede convertir en negativo y suponer una amenaza para la salud física y mental. Cuando el nivel de estrés permanece constante independientemente de lo que ocurra en el trabajo hablaríamos de un estrés negativo.
La ansiedad es una respuesta normal en un escenario laboral incierto. Incluso es necesaria, pues ayuda a las personas a anticipar, prevenir y abordar escenarios novedosos, inciertos y sorpresivos. Sin embargo, en una situación como la del coronavirus, el manejo de la ansiedad puede complicarse. Por ello, los trabajadores más que nunca deben fortalecer sus procesos de gestión emocional, con el fin de poder manejar la situación de la mejor forma posible.
La ansiedad pasa a ser patológica cuando el empleado comienza a encontrar dificultades para continuar con su vida normal. Si se da este caso, será necesario consultar a un especialista para comenzar a tratar la ansiedad cuanto antes.
Bajas y absentismo laboral
Los departamentos de recursos humanos han tenido una gran carga de trabajo debido al coronavirus. Primero tuvieron que lidiar con ERTE y ERE y posteriormente gestionar la incorporación al teletrabajo de los empleados. Todo esto ha llevado a los profesionales a padecer estrés y fatiga crónica, que se traduce en un alto absentismo, bajas laborales y desmotivación de los empleados.
Cómo combatir el estrés laboral durante una pandemia
- Promover el bienestar emocional a través de actitudes positivas.
- Buena autoestima.
- Resiliencia.
- Fomentar relaciones positivas y duraderas.
- Aprender a gestionar las tareas.
- Crear rutinas.
- No trabajar en pijama.
- Respetar los horarios de trabajo.
- Hacer pausas de 10 minutos cada dos horas.
- Mantener la actividad física.
- Y, lo más importante, pedir ayuda profesional si no se consigue gestionar las situaciones de estrés y ansiedad por cuenta propia
En Mentevita, psicólogos laborales, somos especialistas en estrés y ansiedad laboral. No dudes en contactar con nosotros. Estaremos encantados de estudiar tu caso de forma personalizada para brindarte las herramientas y ayudarte a desarrollar las habilidades necesarias para mejorar tu bienestar psicológico y emocional en el ámbito laboral.