Ser productivos en el desempeño de nuestras labores profesionales no solo es fundamental para cumplir con eficacia nuestros objetivos y aumentar la calidad de nuestro trabajo, sino que además es un aspecto muy importante a la hora de sentirnos realizados y a gusto con nosotros mismos.
Si no alcanzamos nuestras metas profesionales esto puede afectar negativamente a nuestro bienestar físico y emocional ya que nos sentiremos desmotivados, quemados e incluso podremos llegar a experimentar estrés y ansiedad laboral. Lo cual, lejos de mejorar nuestra productividad, provocará que nuestra productividad y rendimiento continúen decreciendo.
Por eso, a fin de que puedas mejorar tu productividad laboral y evitar posibles consecuencias psicológicas negativas, desde Mentevita queremos compartir contigo algunas claves.
Antes de comenzar a trabajar planifica tu día
Para que nuestro día sea productivo es fundamental que antes de entrar en faena nos tomemos unos minutos para analizar las tareas que debemos realizar durante la jornada.
De esta manera, si tenemos claros cuáles son los objetivos del día podremos hacer un planning y gestionar nuestro tiempo para que podamos cubrir todas las tareas. Es importante que a la hora de establecer los tiempos seamos realistas y dejemos un margen para posibles imprevistos y para los descansos. Además, es fundamental que ordenemos las tareas en función de su prioridad y urgencia.
Identifica las horas en las que rindes más
Todos tenemos momentos en el día en los que estamos más despiertos, más concentrados, más motivados y, por tanto, somos más productivos. Identificar qué momentos son tus horas de máxima productividad te será de gran utilidad para aumentar tu rendimiento ya que puedes aprovechar para realizar las tareas más complejas durante esas horas o intervalos de tiempo.
Evita las distracciones
A la hora de realizar nuestro trabajo estamos rodeados de múltiples distracciones que debemos tratar de evitar a toda costa para que no acaben afectando a nuestro rendimiento y pasándonos factura.
Para ello debemos identificar cuáles son nuestras principales distracciones para así poder buscar una solución para mantenerlas a raya. Por ejemplo, si nos distraemos fácilmente con el teléfono móvil podemos apagarlo o dejarlo en otra habitación o si nos distraemos hablando con otros compañeros podemos pedirles de una forma asertiva que procuren no hablarnos mientras estamos trabajando.
Del mismo modo, si nos distraemos con nuestros propios pensamientos o problemas personales debemos establecer límites y separar lo personal de lo profesional. Es decir, durante la jornada laboral resolveremos las cuestiones laborales y en nuestro tiempo libre las cuestiones personales.
Céntrate en una única tarea
Si queremos aumentar nuestra productividad conviene que dejemos de lado la multitarea. Realizar varias tareas a la vez lejos de hacer que seamos más efectivos hará que nos desconcentremos con mayor facilidad y que empecemos varias tareas, pero no finalicemos ninguna. Además, la calidad del trabajo realizado también será menor.
Por ello, es mejor que nos centremos en completar una tarea y una vez finalizada pasemos a la siguiente.
Haz descansos
Uno de los errores que cometemos con más frecuencia cuando tenemos mucha carga de trabajo es no descansar. Creemos que como vamos mal de tiempo no podemos permitirnos hacer una pausa y que saltarnos los 15 minutos del café o la hora de la comida nos hará ganar tiempo y sacar adelante más tareas.
Sin embargo, debes tener presente que es mejor dedicar poco tiempo, pero de calidad que mucho tiempo de baja calidad. Hacer pequeñas pausas nos ayudará a desconectar y a volver a nuestras tareas con energía. Puesto que si no descansamos acabaremos perdiendo la concentración y saturándonos lo que hará que nuestro rendimiento descienda.
Cuida tus hábitos
Para poder rendir adecuadamente en el trabajo es fundamental dormir 7-8 horas, llevar una alimentación saludable, mantenerse hidratado y practicar ejercicio. Siguiendo un estilo de vida saludable aumentará nuestro bienestar físico y emocional y estaremos llenos de energía.
Acude a un profesional
Como hemos comentado anteriormente la falta de productividad puede conllevar consecuencias psicológicas negativas como estrés o ansiedad laboral. Pero también cabe mencionar que dicha falta de productividad puede estar motivada por una situación de estrés laboral.
Por lo que, en cualquier caso, es recomendable que, si estás experimentando frustración, falta de productividad, agobio, estrés o ansiedad en el trabajo no dudes en pedir ayuda y acudir a un profesional que pueda brindarte las herramientas necesarias para gestionar dichas emociones y recuperar tu bienestar. Verás como a medida que el estrés desaparece va aumentando tu rendimiento, productividad y satisfacción laboral.
Recuerda que aumentar tu productividad no significa trabajar más sino trabajar mejor, de forma más efectiva, sin estrés ni agobios para poder disfrutar de mayor tiempo libre y por ende mejorar tu bienestar y calidad de vida.
En Mentevita, psicólogos laborales, podemos ayudarte a evitar y combatir el estrés laboral. No dudes en pedir cita o contactar con nosotros sin compromiso para más información. Estaremos encantados de atenderte.