En anteriores posts os hablábamos de la importancia de tomarse descansos durante la jornada laboral y separar la vida personal y el tiempo de ocio de la vida laboral para gestionar y prevenir posibles situaciones de estrés y ansiedad laboral.
Aprovechando la llegada del verano, en el artículo de hoy queremos compartir con vosotros los riesgos psicológicos que conlleva no solo no desconectar del trabajo en el día a día sino también de no hacerlo durante las vacaciones. Y, en consecuencia, por qué es fundamental hacer que el ámbito laboral quede relegado a un completo segundo plano durante los días de disfrute de vacaciones.
Como comentábamos en anteriores ocasiones, la ley contempla y establece un número mínimo de días de vacaciones al año que las empresas deben conceder a sus trabajadores a fin de garantizar así su descanso y velar por su salud psicológica.
Sin embargo, en muchas ocasiones y por diferentes motivos como pueden ser, por ejemplo, la incapacidad para dejar todas las tareas cerradas antes de marcharse de vacaciones, la carga de trabajo elevada, tener mucha responsabilidad, estar muy comprometidos con la empresa o temer que en su ausencia el trabajo no pueda salir adelante hay trabajadores que a pesar de estar de vacaciones siguen atendiendo cuestiones laborales.
Es importante destacar que, tras el confinamiento, con el auge del teletrabajo, este tipo de situaciones se ha acentuado aún más y son muchos los empleados que terminan haciendo horas extras o trabajando fuera de su horario, haciendo que desaparezca la línea entre lo personal y lo laboral.
Según una encuesta realizada por Adecco sobre Desconectar del Trabajo, en nuestro país aproximadamente el 40% de los trabajadores no logra desconectar del trabajo cuando está de vacaciones. A estos datos hay que sumarle que, según diversos estudios hacen falta al menos dos semanas para conseguir olvidarse totalmente del trabajo y no todo el mundo tiene la posibilidad de agrupar tantos días de descanso seguidos.
Acciones que en principio parecen tan inofensivas como consultar el correo, mandar un mensaje o atender una llamada durante las vacaciones suponen un gran riesgo para la salud psicológica ya que incrementan los niveles de estrés, pueden producir frustración y aumentar las probabilidades de acabar sufriendo de ansiedad lo que se conoce como estrés o ansiedad vacacional.
Otro de los riesgos de no desconectar en el día a día es que en ocasiones aquellas personas acostumbradas a largas jornadas y a tener una agenda repleta cuando llegan las vacaciones y cambian radicalmente sus hábitos y rutinas su salud psicológica se resiente y son incapaces de disfrutar del tiempo de ocio e incluso de las vacaciones. Esta situación fue bautizada en el año 2004 por la clínica psiquiátrica Wagner-Jauregg como “depresión de la tumbona”.
En conclusión, adoptar malos hábitos que impidan desconectar del trabajo durante las vacaciones puede traducirse en importantes problemas psicológicos que afectan no solo a la salud mental de los trabajadores sino también a su productividad y rendimiento y a su bienestar físico y emocional.
Por eso, desde Mentevita, psicólogos especialistas en estrés laboral y ansiedad en el trabajo, os animamos a dejar el teléfono de la empresa en casa, cerrar sesión en las cuentas de correo electrónico y no llevaros nada de vacaciones más que las ganas de descansar, disfrutar y desconectar.
Además, si padeces de estrés o ansiedad vacacional y no consigues gestionarlo a pesar de no realizar ninguna actividad laboral en tus vacaciones no dudes en contactar con nosotros. Nuestros especialistas estarán encantados de ayudarte y proporcionarte todas las claves y herramientas necesarias para gestionar y superar el estrés y la ansiedad y evitar que aparezcan de nuevo.