


Los problemas de salud mental no son sólo cosa de adultos. Los niños y los adolescentes también pueden padecer ansiedad o depresión. Ofrece a tu hijo un espacio psicoterapéutico que le ayude a sentirse mejor.
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Psicoterapia niños y adolescentes
La infancia y la adolescencia son dos etapas vitales en la configuración de la identidad del ser humano. Es en estas etapas en las que sentamos las bases principales de cómo acabaremos siendo en la edad adulta. Por ello es fundamental que durante estas etapas el niño o el adolescente vaya adquiriendo las herramientas y estrategias y resolviendo las dificultades que le permitan contar con una robusta salud mental.
Durante la infancia y la adolescencia, nos enfrentamos a diferentes retos que en ocasiones pueden desbordarnos y generar malestar emocional. Ante estas situaciones puede resultar vital contar con un apoyo especializado que aporte al niño o al adolescente esas herramientas y estrategias que garanticen que el menor se pueda enfrentar al mundo de una manera sana, eficaz y resiliente.
Nuestro equipo de profesionales ofrece espacios de psicoterapia individual dirigidos a niños y adolescentes con edades comprendidas entre los 3 hasta los 18 años. La intervención psicoterapéutica, si es necesario, se realizará bajo una estricta colaboración con otros profesionales del contexto educativo. En MenteVita podemos ayudar a tu hijo, entre otras, a abordar las siguientes dificultades:
Durante la etapa escolar no es infrecuente que algunos niños y adolescentes presentes dificultades para adquirir las habilidades académicas y sociales que se les exige en la escuela. Los problemas de aprendizaje pueden afectar, principalmente, a las habilidades relacionadas con la escritura, con la lectura y con el cálculo. Por otro lado, es muy importante considerar el malestar emocional que estos problemas de aprendizaje generan en el niño o el adolescente. En MenteVita entendemos que es tan importante ayudar al niño o adolescente a afrontar sus problemas de aprendizaje como el malestar relacionado con ellos.
En ocasiones, los niños y los adolescentes que están experimentando experiencias vitales estresantes pueden manifestarlo a través de problemas de ansiedad o depresión. Estas experiencias vitales estresantes pueden ser de diferente índole, como la separación de los padres o problemas de adaptación en el colegio. En MenteVita entendemos que es tan importante abordar los problemas de ansiedad y depresión como los problemas asociados que lo están causando, con el objetivo de mejorar la salud emocional del niño o adolescente.
En la actualidad, cada vez más, vamos tomando conciencia de la existencia de los problemas de identidad sexual. Estos problemas de identidad sexual hacen referencia al malestar emocional significativo que puede tener un niño o adolescente con su propia condición sexual. Estas dificultades en la identificación con la propia condición sexual generan problemas de aceptación y relación con el entorno. En MenteVita entendemos que es fundamental poder acompañar al menor en el proceso de adaptación de su identidad sexual como en las dificultades que esto puede generar en su relación con otras personas.
Durante la infancia y la adolescencia configuramos nuestra identidad. En ese proceso de configuración de lo que somos puede haber dificultades a causa de alguna de las características de nuestra condición particular. Por ejemplo, no es infrecuente que niños con algún tipo de discapacidad puedan tener dificultades para aceptarse a si mismos. Estas dificultades en la aceptación de uno mismo no sólo generan un enorme malestar emocional, sino que también afectan a la manera de relacionarse de menor con su entorno. En MenteVita entendemos que es fundamental aceptarse tal y como uno es. Este apoyo puede ayudar al menor a relacionarse consigo mismo y con el entorno de una manera más saludable y positiva.
En muchas ocasiones, los problemas de adaptación de un niño o adolescente durante la etapa escolar vienen determinados por dificultades con la atención o la hiperactividad. Estas dificultades no sólo afectan al rendimiento académico del menor sino que también le generan un importante malestar emocional y afectan a sus relaciones sociales. En MenteVita entendemos que es tan importante aportar al menor estrategias y herramientas que mejoren su rendimiento académico, como aportar comprensión en lo relativo a las causas de estas dificultades o el acompañamiento en el malestar emocional que se derivan de las mismas.
Una de las principales fuentes de malestar emocional entre los niños y adolescentes pueden ser las dificultades para adaptarse al entorno escolar o para relacionarse con sus compañeros. En MenteVita entendemos que es fundamental conocer las causas que generan las dificultades de adaptación para posteriormente poder aportar al menor las herramientas que pueda necesitar para mejorar su relación con el entorno. Además, el menor necesita de un espacio en el que poder elaborar todo el malestar emocional que se haya podido derivar de sus dificultades en la adaptación al entorno escolar.
Cada vez somos más conscientes del sufrimiento por el que pasan muchos niños o adolescentes cuando en el ámbito escolar son sometidos a diferentes tipos de maltrato de manera continuada por otros compañeros del entorno escolar. Las consecuencias que el acoso escolar puede tener sobre la víctima pueden llegar a ser gravísimas. En MenteVita ofrecemos un espacio psicoterapéutico para que los niños o adolescentes víctimas de bullying puedan obtener las herramientas necesarias para protegerse y puedan elaborar el posible trauma derivado del maltrato.
Muchas familias tienen que enfrentarse al dolor que supone convivir con la violencia de los hijos hacia los padres. Esta violencia puede estar poniendo de manifiesto un malestar emocional significativo en el hijo agresor. En MenteVita entendemos que para poder ayudar a las familias que conviven con la violencia filioparental es imprescindible conocer las causas que explican estas conductas. Además, se hace necesario dotar a las familias de las herramientas y estrategias necesarias para poner fin a la violencia y para poder abordar el tremendo sufrimiento emocional que esta realidad provoca en todos los miembros de la familia.
Una de las principales preocupaciones de los padres en la actualidad es la posible aparición de conductas de adicción en sus hijos. En la infancia, la principal adicción que puede aparecer en nuestros hijos es la adicción a las nuevas tecnologías. En la adolescencia, a la adicción a las nuevas tecnologías se le suma la posible aparición de la adicción a las sustancias. Las adicciones generan un elevado malestar en el propio niño o adolescente y en toda la familia. En MenteVita entendemos que es imprescindible poder dotar al menor de un espacio para abordar las causas de su adicción, las consecuencias que está teniendo en su vida o cómo limitan su desarrollo vital.
Una de las mayores fuentes de malestar en la infancia y en la adolescencia son los conflictos familiares, como la separación de los padres, malas relaciones familiares, celos entre los hermanos o las dificultades de comunicación familiar. No es infrecuente que ante este tipo de situaciones algunos niños o adolescentes tienda a responsabilizarse de la causa de estos problemas lo que les genera un elevado malestar emocional y puede derivar en un problema de salud mental. En MenteVita ofrecemos a los niños y adolescentes un espacio en el que poder abordar los conflictos de su familia, entender de dónde vienen y mitigar el impacto emocional de los mismos.
Una detección precoz de las dificultades con la conducta alimentaria puede prevenir la aparición de posteriores trastornos de esta índole, como la bulimia nerviosa, la anorexia o la vigorexia. Atajar la dificultad precozmente, entender de dónde viene y paliar sus consecuencias son elementos fundamentales para garantizar la salud del niño o adolescente. Desde MenteVita abordamos las dificultades alimentarias desde una perspectiva global que nos permite entender las causas y ayudar al menor a adquirir unos hábitos alimentarios sanos y responsables.
La adopción de un niño o un adolescente puede ser una de las mejores experiencias de unos padres. Sin embargo, en ocasiones, los procesos de adopción conllevan dificultades de adaptación en el menor y su familia. Estas dificultades de adaptación suelen conllevar un enorme sufrimiento emocional tanto en el menor como en los padres. En MenteVita ofrecemos espacios psicoterapéuticos, tanto para el menor, los padres y la familia en su conjunto, donde poder elaborar las dificultades de adaptación derivadas del contexto de adopción. Ayudamos a las familias a entender de dónde vienen estas dificultades y a afrontar el malestar emocional que generan.
En ocasiones, el malestar emocional en los niños se expresa a través de la dificultad para controlar los esfínteres, incluso después de haber adquirido un control sobre los mismos. Estas dificultades suponen problemas en el funcionamiento familiar y generan conflictos de adaptación y emociones dolorosas en el menor y en su relación con los demás. En MenteVita ayudamos a los niños para que puedan volver a recuperar el control de sus esfínteres y recobren su bienestar emocional mitigando el impacto en su adaptación y sus relaciones con otras personas.
Durante la adolescencia nos enfrentamos al reto de elegir hacia dónde queremos orientar nuestro futuro cuando seamos adultos. En algunas ocasiones, esta decisión genera angustia y malestar en el menor. Desde MenteVita ayudamos a adolescentes a enfocar y a dirigir su futuro y carrera profesional sin que el proceso de elección sea fuente de estrés y ansiedad.
Los problemas de salud mental no son sólo cosa de los adultos. Los niños y los adolescentes también pueden presentar este tipo de dificultades. Una detección precoz de este tipo de problemas y el abordaje de los mismos por parte de un profesional cualificado puede mejorar considerablemente el pronóstico para que en el futuro no condicionen significativamente la vida de la persona.
En MenteVita empleamos un abordaje integrador para los problemas de salud mental, involucrando en la intervención a familiares y otros profesionales del contexto del menor.